Miraba por la ventana de la habitación al cielo, sus rizos volaban al viento, una suave brisa acariciaba su rostro, sentia en su cuerpo florecer la intriga y la desesperación. Sabía que se acercaba el momento, el crepúsculo caía, la oscuridad iba invadiendo cada zona iluminada por el sol, las sombras avanzaban así como caía la noche. El horizonte se volvió de un color vermejo, las nubes se bañaban de color sangre y eso hizo que se le erizara el pelo...
¿Estaba preparada?, por su mente pasaron imágenes de su vida, y se mezclaron con el tinte agrio de lo que iba a ocurrir. Pero... ella le deseaba, lo quería con todas sus fuerzas, y sabía que tarde o temprano iba a ocurrir.
Giró la vista de nuevo al infinito y vio la oscuridad en el cielo, éste se había vuelto oscuro, y un escalofrío la recorrió. No sabía expresar su sentimiento ansiosa por verle, ansiosa por el acontecimiento que iba a ocurrir, pero al mismo tiempo estaba aterrada.
De repente una mano fría se posó sobre su espalda, esta aquí... pensó. Se giró lentamente y le miró a los ojos, eran rojos. Esto le trajo el vago recuerdo del cielo rojo y sangriento, sus labios se posaron en ella y le besaron lentamente, fríos, sin vida. Sus manos empezaron a acariciar su cuerpo, y a desnudarla. Ella temblaba, él despertaba miles de emociones en su cuerpo, sus labios empezaron a descender rozando son sus dientes el cuello y aspirando el aroma de su vida, su sangre... Sintió cómo su cuerpo se elevaba y estalló en un tormento de pasión, empezando una danza salvaje, ella perdió su mirada en el horizonte, clavando su vista en el cielo oscuro, una noche nublada y sin luna. El roce de su piel la hacía enloquecer disipando sus dudas, estaba convencida, lista para la eternidad.
- ¡Hazlo!- chilló.
Una punzada en su cuello, un dolor penetrante y agudo y un orgasmo de pasión estallaron a la vez, y mirando al cielo de nuevo, una estrella brilló.
¿Estaba preparada?, por su mente pasaron imágenes de su vida, y se mezclaron con el tinte agrio de lo que iba a ocurrir. Pero... ella le deseaba, lo quería con todas sus fuerzas, y sabía que tarde o temprano iba a ocurrir.
Giró la vista de nuevo al infinito y vio la oscuridad en el cielo, éste se había vuelto oscuro, y un escalofrío la recorrió. No sabía expresar su sentimiento ansiosa por verle, ansiosa por el acontecimiento que iba a ocurrir, pero al mismo tiempo estaba aterrada.
De repente una mano fría se posó sobre su espalda, esta aquí... pensó. Se giró lentamente y le miró a los ojos, eran rojos. Esto le trajo el vago recuerdo del cielo rojo y sangriento, sus labios se posaron en ella y le besaron lentamente, fríos, sin vida. Sus manos empezaron a acariciar su cuerpo, y a desnudarla. Ella temblaba, él despertaba miles de emociones en su cuerpo, sus labios empezaron a descender rozando son sus dientes el cuello y aspirando el aroma de su vida, su sangre... Sintió cómo su cuerpo se elevaba y estalló en un tormento de pasión, empezando una danza salvaje, ella perdió su mirada en el horizonte, clavando su vista en el cielo oscuro, una noche nublada y sin luna. El roce de su piel la hacía enloquecer disipando sus dudas, estaba convencida, lista para la eternidad.
- ¡Hazlo!- chilló.
Una punzada en su cuello, un dolor penetrante y agudo y un orgasmo de pasión estallaron a la vez, y mirando al cielo de nuevo, una estrella brilló.
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