Siempre amiga de la Soledad. Hay que ver, parece que nada vaya a cambiar. Desde que te fuiste, todo sigue igual, yo sigo intentando olvidar. Sigo escribiendo aquí todo lo que me queda por decir. Sigo amándote así, extrañándote en cada latido de mi corazón. Y en ocasiones pierdo la razón.
A veces en la madrugada me parece reconocer el olor de tu cabello. A veces me pregunto por qué nos cubrimos con ese velo. No sé que hacer, ni qué decir... ¿cuándo por fin seré feliz?
Yo hago la maleta, este sitio me recuerda tanto a ti... me llevaré recuerdos y la locura de corazones cuerdos. Me llevaré el sabor de tus labios y las colillas de los ceniceros donde tiramos todos nuestros versos.
Tú me pedías amor, me pedías calor, abrazos, noches de pasión. Todo te lo di yo, pero no supe ser la perfección. Tú me pedías tanto, que al final todo explotó.
Cojo un tren sin rumbo ni dirección, tengo un billete de ida, el de vuelta se me olvidó. No pienso volver donde juré mi amor. No pienso volver... no.
Tú me pedías amor, me pedías calor, abrazos, noches de pasión. Todo te lo di yo, pero no supe ser la perfección. Tú me pedías tanto, que al final todo explotó.
Tú querías que fuera tu musa, y en las tardes sólo compañera confusa. Tú me pedías el cielo, me pedías la luna, y yo sola como ninguna. Tú me pedías que cazara la brisa, me pedías imposibles... yo sólo una sonrisa.
que precioso, realmente magnifico brillante.
ResponderEliminarme encanto de verdad.
Como duele hacer lo imposible por ser perfecto, es que acaso uno nunca es la persona indicada?
un saludo
gracias por tenerme en cuenta.
ResponderEliminarlos leo
besos
Muchas gracias ^^
ResponderEliminarLo cierto es que tendemos a pedir más, y cuanto el vaso desborda y se rompe, nos damos cuenta de que, con los que teníamos al principio, nos sobraba.
la verdad espero que lo escrivas por placer y no por que te paso igual muy muy lindo
ResponderEliminar